El año 1987 nos regaló una joya cinematográfica con el nombre de “Welles,” una película que, a pesar de su título sencillo, esconde una trama profunda y llena de matices. Dirigida por el talentoso Richard Eyre, “Welles” es un viaje a través de la vida de Orson Welles, uno de los cineastas más influyentes del siglo XX. La película no se limita a retratar su carrera profesional, sino que también explora sus luchas personales, sus amores y desamores, y su eterna búsqueda de la perfección artística.
La interpretación magistral de Jonathan Rhys Meyers como Orson Welles joven es uno de los puntos fuertes de “Welles.” Meyers captura con precisión la energía, el carisma y la ambición que caracterizaban al director en sus inicios. El resto del reparto también está a la altura de la situación, con destacadas actuaciones de Ben Kingsley como un atormentado John Huston, y Vanessa Redgrave como la enigmática Marlene Dietrich.
La trama de “Welles” se desarrolla en dos líneas temporales principales:
- La primera línea sigue a Welles durante su juventud en el teatro, donde despierta la pasión por el cine y comienza a forjar su propio estilo.
- La segunda línea nos muestra a un Welles ya maduro, enfrentándose a los desafíos de la industria cinematográfica y lidiando con sus demonios interiores.
Estas dos líneas temporales se entrelazan hábilmente a lo largo del filme, creando una narrativa rica en detalles y emociones.
“Welles” no es simplemente una biografía convencional; es una exploración profunda del alma creativa de un genio incomprendido. La película nos muestra la lucha constante de Welles por imponer su visión artística frente a los convencionalismos de Hollywood.
Temas y símbolos en “Welles”:
La película aborda temas universales como la ambición, la pasión, el amor y la búsqueda de la identidad. Además, utiliza una serie de símbolos para expresar las complejidades internas del personaje principal:
Símbolo | Significado |
---|---|
El teatro: Representa el origen de la pasión artística de Welles y su deseo de crear mundos imaginarios. | |
La cámara de cine: Simboliza la herramienta con la que Welles busca capturar la realidad y transformarla en arte. |
Welles: Una mirada técnica a la película:
La dirección de fotografía, a cargo de Tony Pierce-Roberts, es impecable. Las imágenes son vibrantes, llenas de vida y reflejan la energía del personaje principal. La música original compuesta por George Fenton complementa a la perfección la trama, creando una atmósfera melancólica pero llena de esperanza.
En resumen, “Welles” es una película imprescindible para cualquier amante del cine. Es una obra maestra que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la creación artística y el precio que se paga por perseguir un sueño.